Siempre habrá vasos vacíos,
con agua de la ciudad.
La nuestra es agua de río
mezclada con mar.
Aah, que estos días de invierno, después de la agradable lluvia, me dejan con esa sensación de borracho pasando penas de amor en un bar olvidado de la ciudad. No es para menos, en estas circunstancias y después de todo me siento más confundido que nunca, y también con una extraña certeza sobre cómo trazar mi futuro, aunque como decía un estimado amigo, el futuro nadie lo tiene comprado, sobre este mar de dudas, Jimi Hendrix y Los Cadillacs alivianan mi espíritu sediento de algo que no conozco. Adiós, estimados :B
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te mintio esta vez